Fuente: http://www.ecoportal.net/content/view/full/100914
El discurso más
extendido en los informes internacionales, entre los gobiernos
mayoritariamente y en los medios de comunicación equipara inversión con
crecimiento... y hasta con desarrollo. Sin embargo, está claro que los
mayores “inversores” en agricultura no son las corporaciones empresarias
sino, acumulativamente, los millones de campesinos en todo el mundo.
Así
lo planteó en su presentación esta semana durante la 37 Sesión del
Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS, según su sigla en inglés)
el investigador holandés Jan Douwe van der Ploeg, quien enseña en los
Países Bajos y también en universidades como la de Pekín, en China.
El
especialista estudió varios casos de acaparamiento de tierras y aguas
de riego por parte de transnacionales en distintos continentes y
demuestra claramente que la actual situación de extensión del
agronegocio en el control de esos recursos “no soluciona sino que
profundiza la situación de inseguridad alimentaria” a escala mundial.
“Estas inversiones en agricultura no aportan a la solución, sino más
bien forman parte del problema”, dijo a Radio Mundo Real en una
entrevista posterior a su intervención.
“Los campesinos invierten
mucho, no a través de mecanismos bancarios sino de su trabajo:
construyen terrazas, riegos, aumentan la fertilidad del suelo y esto
trae como consecuencia que la agricultura campesina es productiva.
También tenemos que tener en cuenta que frecuentemente se encuentra
amenazada y eso se relaciona con que hoy en día se habla a nivel mundial
del acaparamiento de tierras. Yo diría que esas compras de tierras no
son una inversión en agricultura sino expropiar las posibilidades de
desarrollo”, dijo van der Ploeg.
Por ejemplo, dijo el
investigador, por cada hectárea que riega la agricultura industrial,
quita el agua a siete hectáreas de producción campesina. “Eso no es un
progreso, más bien una regresión”, reflexiona. “Además -añade el técnico
holandés cuya profesión es de ingeniero en agronomía- en general esta
agricultura para ahorrar costos construye los canales de riego pero no
los drenajes, lo que está generando una salinización de los suelos”.
En
cambio, basado en datos científicos, van der Ploeg afirma que “la
agricultura familiar y campesina bien puede alimentar al mundo”. “Todos
los estudios serios existentes afirman sin dudas que tanto productiva,
como económica, ambiental y socialmente la agricultura familiar es más
eficiente que la agricultura empresarial”, remarca el investigador
europeo.
“Si Europa ha podido mantener una agricultura fuerte es
justamente por la gran presencia de producción familiar y campesina. La
presencia de grandes empresas en agricultura es más una expresión de
barbarie que de civilización”, concluyó.
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