Espacio Chico Mendes: Este domingo votemos a Camino Popular (CABA) y al Frente Ciudad Nueva (La Plata)

martes, 22 de octubre de 2013

Este domingo votemos a Camino Popular (CABA) y al Frente Ciudad Nueva (La Plata)

Este domingo votemos a Camino Popular (CABA)
y al Frente Ciudad Nueva (La Plata)

        
Frente a las elecciones legislativas del 27 de octubre, creemos necesario realizar un breve análisis de los diferentes proyectos en juego en estos comicios, ya que consideramos que las luchas que nuestro pueblo libra deben también reflejarse en el terreno del Estado, y son las elecciones uno de los momentos donde podemos hacer oír esas demandas y esas luchas en la institucionalidad vigente, apostando también a su profunda transformación democrática.
                En la Ciudad de Buenos Aires estamos viviendo un proyecto marcadamente antipopular, que enmascara tras un maquillaje de propuestas “verdes” y modernizadoras, la construcción de una ciudad cada vez más excluyente. Bajo la idea de convertir a Buenos Aires en una “ciudad global”, “competitiva” y de atraer mayores inversiones extranjeras, se ha puesto por encima de la soberanía popular (la capacidad del pueblo de ejercer su poder y decidir cómo se utilizan sus bienes comunes) las demandas del capital inmobiliario. Con esa lógica, se vienen produciendo grandes transformaciones en nuestra ciudad que solo satisfacen los intereses de estos sectores y de uno pequeño de nuestra sociedad que tiene el capital para invertir en propiedades como reserva de valor.
                De este proceso no es responsable únicamente la gestión del PRO, sino también las gestiones anteriores (Ibarra, hoy en Alternativa Popular colectora del Kirchnerismo). En el año 2002 Ibarra firmó con el entonces presidente Duhalde, convenios para transferir terrenos a la Corporación Antiguo Puerto Madero SA, entregando tierra pública a bajo precio que luego será valorizada de manera privada. Lo distintivo del PRO es la “radicalidad” que le ha impreso a esta mercantilización de la ciudad, que se expresa en la cantidad de megaproyectos planeados para la ciudad y muchos de los cuales son ejecutados de manera totalmente antidemocrática, negando la posibilidad de participación popular. El episodio donde esto se ha visto con mayor claridad fue cuando el año pasado se aprobó un paquete de leyes de alto impacto urbano, donde la efectiva participación de los vecinos se vio imposibilitada.
                Por otro lado, la postura oficial del kirchnerismo ante estos grandes proyectos urbanos no difiere en términos generales de la del PRO. La gran mayoría de los legisladores del Interbloque Kirchnerista (FPV + aliados) los han aprobado. Esto creemos que no es nada sorprendente, viendo que en diferentes municipios del Conurbano bonaerense también se vienen entregando tierras públicas para diferentes emprendimientos inmobiliarios, y en todos esos casos la posición del kirchnerismo es similar a la adoptada en la CABA. En Vicente López aprobaron modificaciones para favorecer la construcción de un Vial Costero y la entrega de tierras públicas a la medida de nuevos proyectos inmobiliarios; en Avellaneda-Quilmes han promovido el proyecto “Nueva Costa del Plata” que el Grupo Techint quiere realizar apropiándose así de toda una franja costera declarada Reserva Ecológica; en Esteban Echeverría cedieron 60 hectáreas de la Reserva Natural “Laguna de Rocha” a los clubes de Racing y Boca Juniors para la construcción de Ciudades Deportivas (lo cual podría inundar barriadas humildes de la zona); en la ciudad de La Plata el rumbo que sigue Bruera se da bajo los mismos patrones, y los efectos están a la vista de todos: destrucción del patrimonio urbano e inundaciones trágicas.
               Por el lado del Frente Renovador de Sergio Massa, tampoco se ven diferencias con los otros proyectos y podemos verlo en la intendencia de Tigre con un modelo segregador y privatista, donde los grandes barrios cerrados y la expropiación de tierras y humedales son moneda corriente. Los principales beneficiados son las constructoras Constantini (Nordelta) y Eidico (Santa María y Santa Bárbara). Estos socios del “Massismo” están a la cabeza del acaparamiento del suelo y el agua y la destrucción del hábitat natural en el Partido de Tigre.
            No podemos decir menos de UNEN, cuando en la provincia de Santa Fe, gobernada por Binner se reproducen similares situaciones con las mejores tierras entregadas a los gigantes del sector inmobiliario asociados al capital financiero, como sucede en la ciudad de Rosario o la ciudad de Santa Fe, donde el ex intendente y jefe del partido radical a nivel nacional, Mario Barletta, comenzó un proyecto para apoderarse de los terrenos ferroviarios del puerto y venderlos al mercado inmobiliario. Hoy día puede verse como de 70 hectáreas que tenía el puerto solo 20 son destinadas al uso portuario, mientras que las restantes 50 han sido transformadas en un nuevo Puerto Madero.
                En todos estos proyectos se expresa un modelo de ciudad que es la cara urbana (o antiurbana en sentido estricto) de un modelo económico basado en la obtención de mayores rentas del suelo, tal como ocurre con las diferentes caras del extractivismo (agronegocios, megaminería, explotación petrolera), siendo esta otra de las grandes coincidencias entre estos proyectos políticos. Las rentas así obtenidas son invertidas principalmente en las ciudades, donde se busca a partir de la especulación inmobiliaria obtener nuevas rentas (urbanas), generando desplazamiento y expulsión de población local, marginalidad urbana y el encarecimiento del coste de vida por el aumento de la vivienda para compra o alquiler. Pero por sobre todas las cosas, se genera una sociedad donde quienes deciden como se ordena nuestra vida, nuestro territorio, son las grandes empresas, que siguen concentrando no solo el dinero, sino el poder, que solo podrá ser enfrentado con más poder en manos del pueblo.
            Frente a ello, es que no consideramos a ninguno de estos proyectos como  “alternativas”  para la construcción de una sociedad más justa, donde los bienes comunes sean destinados a un uso colectivo para satisfacer las necesidades sociales y no para ser commodities. En cambio, consideramos que son las organizaciones populares las que deben marcar el rumbo de una “alternativa”. En esta ocasión, varias organizaciones surgidas de la gesta del 2001, además de la construcción cotidiana en barrios, en sindicatos, en escuelas y universidades, en  bachilleratos populares y en cooperativas, han decidido dar la pelea en el terreno electoral. Desde el ecologismo popular, desde la lucha en defensa de los bienes comunes, creemos que es necesario darle a nuestras luchas un mayor contenido político, disputar poder para que no sigan decidiendo sobre nosotros los partidos tradicionales y los políticos profesionales. Estamos convencidos de que la lucha contra el saqueo, la contaminación, por la soberanía alimentaria y por cada una de las causas que nos proponemos, son luchas políticas y que deben plantearse como parte central de un proyecto político de los sectores populares que interpele a las mayorías, y que como tal dispute en todos los planos, incluyendo los institucionales. Es por esto que celebramos y apoyamos la decisión de organizaciones hermanas de presentarse a elecciones en esta oportunidad.
            Llamamos a votar en Capital Federal al frente Camino Popular, donde muchas de estas organizaciones se han nucleado (Marea Popular, Camino de los Libres, Hijos del Pueblo, MTE, y otras).También llamamos a votar al frente Ciudad Nueva en La Plata, donde los compañeros del FPDS-CN (con otras fuerzas) han puesto en marcha esa nueva experiencia política, verdadera sorpresa en las PASO locales. Nos posicionamos por estas fuerzas no solo por el recorrido común que tenemos, sino porque creemos que es necesario y posible construir por fuera de los partidos tradicionales, pero sin caer en sectarismos, sin despreciar los procesos que los pueblos de Nuestramerica vienen realizando, con dificultades y contradicciones, pero en pos de mayor integración y unidad contra el saqueo que producen las transnacionales en cada uno de nuestros países y territorios. Así mismo creemos que es necesario mayores esfuerzos para la unidad entre quienes buscamos transitar este camino, vengamos de la militancia social o de diferentes tradiciones políticas.

Construyendo ecología popular 
para el cambio social 


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